Patas arriba |
No digo nada nuevo al afirmar que Eduardo Galeano es uno de
los intelectuales más lúcidos de la actualidad y, además, uno de los más
comprometidos con la realidad latinoamericana. Este libro es de 1998 y es, al
mismo tiempo, actual e inactual. Me explico. Aquí los relatos del autor
uruguayo retratan con envidiable ironía las características de las democracias
liberales que definen al mundo desde la década de 1990. En ese sentido, los relatos -hilvanados cual programa de escuela que invita a recorrer sus páginas de una manera no sistemática ni lineal necesariamente- dan cuenta de la violación de los Derechos Humanos, de la instauración del miedo, de la influencia de los medios de comunicación, de la organización desigual e injusta de las riquezas del mundo, del racismo y el machismo, de la impunidad, de la explotación infantil, de la globalización y su consecuente pobreza, de la sociedad de consumo y los manejos de las grandes empresas multinacionales, de tejes y manejes de la política, de los planes de las superpotencias para con el resto del globo. Y, en este sentido, el panorama pintado por Galeano que responde, ni más ni menos, a lo que por aquellos años y aún hoy sigue ocurriendo, es desolador y perplejo. Sin embargo, el libro también es inactual porque -si bien hay cierto atisbo de lo que podría llegar a suceder- ocurrió antes de la caída de las torres gemelas del 2001 y de este promisorio campo político abierto en Latinoamérica desde mediados de la década del 2000 en adelante, con gobiernos y políticas públicas que intentan, a su manera, revertir el posicionamiento económico, cultural, social y científico de estos lares del planeta. La agudeza crítica, la riquísima prosa y la facilidad con la que el escritor uruguayo retrata el mundo hacen de esta obra una lectura ineludible para todo aquel que quiera no sólo informarse (es destacable la referencia permanente a la bibliografía que hace el autor) sino también reflexionar acerca de nuestro accionar en tanto ciudadanos. Allá por 1998 Galeano decía: "Han pasado los años, el siglo está muriendo. ¿Cuál es el mundo que nos deja? Un mundo sin alma, des-almado, que practica la superstición de las máquinas y la idolatría de las armas; un mundo al revés, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies". Queda en cada lector el análisis y la lectura del mundo en la actualidad. Un libro impresionante, excelente, sumamente recomendable.
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