viernes, 19 de octubre de 2012

Géminis - Dir. Albertina Carri

Géminis
Dirección Albertina Carri. Guión: Albertina Carri y Santiago Giralt. Elenco Cristina Banegas, Daniel Fanego, María Abadi, Lucas Escariz, Julieta Zylberberg, Damián Ramonda, Sylvia Bayle, Beatriz Spelzini, Gogó Andreu, Vivi Tellas y elenco. Productor Pablo Trapero Productores Ejecutivos Martina Gusman – Hugo Castro Fau Co Productora Marianne Slot Dirección de Fotografía y Cámara Guillermo Nieto Dirección de Arte Maria Euegenia Sueiro Montaje Rosario Suarez Música Edgardo Rudnitzky Sonido Jesica Suarez Post Producción de Sonido Federico Esquerro Vestuario Mónica Toschi Diseño de Peinado y Maquillaje Oscar Mulet Jefe de Producción Matías Miller Asistente de Dirección Emiliano Torres Dirección de Casting Norma Angeleri Duración: 85 min

La riqueza de la filosofía permite el abordaje de múltiples temáticas que pueden ir desde asuntos sobremanera complejos desde una óptica metafísica a cuestiones inherentes a la cotidianidad de la vida familiar. Por ello meteré la cuchara filosófica en el argumento de esta tremenda película. Meme y Jeremías son hermanos, pertenecientes a una burguesa familia porteña de clase alta cuyos padres, Lucía y Daniel, creen tener todo controlado, vigilado, pautado para que pueda celebrarse “felizmente” la réplica del casamiento de Ezequiel (el otro hijo de la familia) y Montse, quienes viven en España. Lucía llena los espacios vacíos con palabras todo el tiempo; Daniel habla lo justo y necesario, casi siempre inmerso en otro universo; Meme y Jere llevan adelante el huracanado desarrollo de la trama. ¿De qué manera? Cometiendo incesto. Una relación incestuosa intensa, que aparece muchas veces pero siempre a través de un reflejo, una puerta entreabierta, siempre con una insinuación que, por más implícita que pueda ser, cala hondo en la conciencia del espectador. Y acá me detengo para pensar un poco este hecho particular. Cuando uno lee Edipo Rey o cuando tiene la posibilidad de escuchar el relato de la tragedia de Sófocles, la relación incestuosa es un elemento más de la trama y no llama mucho más la atención que el trágico destino del desdichado protagonista. Considero que acá no pasa lo mismo. Alguien podría argüir que la relación de amor entre los dos hermanos de Géminis es una trama superficial que por detrás tiene una historia más real, propia de una familia que se interesa por la opulencia, los mandatos morales inquebrantables, los clichés, las mentiras y el enmascaramiento del resquebrajamiento interno respecto de los lazos sociales. Pero la relación incestuosa entre Meme y Jeremías parte nuestra conciencia en la medida en que nuestra racionalidad tiende a no poder aceptar los parámetros y las reglas de una historia de amor diferente. Y es que, por una cuestión cultural y/o social, no toleramos la diversidad, las otras maneras de ver el mundo, los pensamientos distintos o, como en este caso, las historias de amor verdadero que rompan nuestros estrictos esquemas mentales. Y eso hace que esta película sea maravillosa. Que Albertina Carri sea una directora de primer nivel y que las metáforas y los símbolos de Géminis no hagan otra cosa más que machacar nuestras ideas cual mortero de cocina. Por eso esta gran película es una piedra preciosa para la filosofía y para indagar sobre un sinnúmero de problemas filosóficos. Dice Diego Braude en www.imaginacionatrapada.com.ar: "En “Géminis” nada es lo que parece, y es necesario aceptar el reto de ver más allá de lo obvio, de escuchar el silencio, de hacerlo hablar. Adentro y fuera del cine". Impecable. No puedo agregar nada más. Sólo vean esta excelente obra cinematográfica. Saludos.   

jueves, 11 de octubre de 2012

Hacia una teoría general sobre los hijos de puta - Marcelino Cereijido

Marcelino Cereijido es Doctor en Fisiología por la UBA, desempeñándose como investigador, profesor universitario  y escritor. En este libro nos trae una investigación seria que intenta detectar si es que existe algún gen en el ser humano que permita desarrollar la hijoputez. En este sentido, desde el comienzo nos brinda una pantallazo general -a modo introductorio- de la hijoputez humana en todas sus variantes: desde sus formas cotidianas a las aberraciones faraónicas; desde los cuentos infantiles que ilustran maneras de ser hijo de puta al genocidio nazi; desde las torturas expuestas a las vidrieras del mundo a la esclavitud moderna africana, la heterogeneidad de la hijoputez es de lo más insólita y extravagante. Así, Cereijido muestra que desde que el hombre es hombre existió la hijoputez, insulto existente en casi todas las lenguas del mundo para denotar la perversidad y la maldad con la que algunas personas actúan. Lo interesante del libro es que en ningún momento el autor intenta hacer una moralina respecto del accionar humano, ni da consejos sobre cómo no ser hijo de puta o algo por el estilo. Por el contrario, y aunque su lectura tiente más por lo curioso del título que por otra cosa, es una investigación seria, ordenada, fundamentada histórica y biológicamente. En este sentido, entonces, la pregunta que guía esta investigación es si existen raíces biológicas de la hijoputez, es decir, saber si la hijoputez humana es algo inherente a la vida y si hay algo en nuestros genes que nos obligue a ser perversos. No voy a dar esa respuesta pues espero que el lector descubra por sí mismo la respuesta. Pero hay una clave: "para ser hijo de puta no basta damnificar al otro, sino también ser consciente de que lo estamos perjudicando" (p. 94). Excelente oportunidad para pensar en este asunto en el que se entretejen problemas éticos con cuestiones biológicas y para que aquellos que se sientan identificados puedan cambiar el rumbo de sus acciones (deseo personal más que posible situación fáctica) o para que quienes sean víctimas de algún hijo de puta asuman una posición que permita terminar con su calvario. La información acá vertida y la prosa elegida por el autor hacen de este texto un libro muy interesante para leer sin demasiados tecnicismos que oscurezcan su lectura. Bien recomendable.