jueves, 4 de agosto de 2016

Cerveza La serrana

La serrana - Trigo

La serrana - Doble negra
Mi amigo Luis me trajo esta cerveza proveniente de la Sierra de los Comechingones, provincia de San Luis. La primera en catar es la cerveza de trigo, de 5% de alcohol. Ha sido, según la etiqueta, un producto premiado para representar a Argentina en el evento "Tierra madre show food" en 2008, 2010 y 2012, en Turín, Italia. Por lo que generó grandes expectativas poder probarla. 
Su color es ámbar medio con espuma blanca espesa. La turbidez es propia de las cervezas con trigo, nada alarmante. En el aroma se perciben los cítricos, la manzana verde, con un toque floral, bastante agradable. En relación con el gusto, hay una presencia a diacetilo que tapa e impregna todo el gusto de la malta. Por eso, en el balance final predomina el lúpulo, dado que no pude percibir la presencia de la malta, insisto, tapada por ese gusto a manteca. Me esperaba mucho, sencillamente una cerveza entre mediocre y buena, ya que la salva lo aromático del lúpulo.
La doble negra tiene la misma graduación alcohólica y los mismo premios. De color negro opaco con espuma marrón oscura, menos persistente que la cerveza anterior y sin cremosidad (lo cual llama la atención siendo una "doble negra"). Prácticamente sin sedimento en el fondo. En el aroma se combinan el tostado de las maltas especiales con lo terruño de los lúpulos de aroma. En cuanto al gusto, como señalé, al ser una cerveza "doble negra" esperaba que tenga más cuerpo, que el amargor y las maltas especiales le den consistencia y robustez. Me decepcionó en ese sentido porque fue una cerveza más bien liviana. Y su retrogusto entre ácido y agrio.    

Cerveza Sierra de las Quijadas

Roja amarga - IPA

Roja Supay con algarrobo
Hacía muchísimo que no reseñaba nada en el blog. Tengo, por eso mismo, un montón de catas de cervezas acumuladas de diferentes lugares. Comienzo con esta cerveza oriunda de Merlo, provincia de San Luis. La IPA tiene 5% de volumen en alcohol y el agua utilizada es, dice en la etiqueta, de vertiente. Su color es ámbar oscuro mezclado con un marrón intenso y dejos de rubí. La espuma es semicremosa que deja lacing en el vaso. Poco sedimento en el fondo y con un poquito de turbidez. En cuanto al aroma, combina el caramelo de la malta con madera y cítrico de los lúpulos, logrando un equilibrio muy interesante.
Respecto del gusto, se nota un amargor que no invade pero que deja su constancia y que se aglutina muy bien con el gusto de la malta.
De retrogusto amargo con muy buena "tomabilidad". Impresión general: muy buena cerveza. Puede maridar muy bien con salmón ahumado y vegetales crocantes a la plancha.
La segunda cerveza tiene 4% de alcohol y su color es ámbar claro con tonalidad dorada. De espuma persistente y cremosa, poco sedimento en el fondo de la botella.
Al percibir el aroma, inmediatamente dice presente el algarrobo y el caramelo de la malta, no así el aroma a lúpulo. Respecto del sabor, el gusto permite captar -nuevamente- el dulzor de la algarroba, las notas a tofee y caramelo, y un amargor escaso pero equilibrado.
Es retrogusto es, predominantemente, dulzón, barriendo definitivamente el amargor de la garganta.
De cuerpo liviano, esta cerveza es excelente aunque considero que no pueda tomarse en gran cantidad por ese dulzor final pronunciado. Pero para tomarse una botellita o una pinta es perfecta. Me imagino que puede maridar muy bien con un dulce casero como batatas en almíbar o cayote y frutos secos (almendras, avellanas, nueces, etc.)  

jueves, 28 de enero de 2016

Gerontophilia - Dir. Bruce La Bruce

Gerontophilia
Título original: Gerontophilia
Año: 2013
Duración: 82 minutos
País: Canadá
Director: Bruce La Bruce

El título original de este arriesgado filme de La Bruce prácticamente anuncia el argumento central que desarrollará. Lo que no menciona son los altibajos ni los pormenores que toda relación de amor, sobre todo si es una relación que escapa a los terribles cauces de lo "normal" en este asunto, generalmente afronta. Así y todo, el protagonista del filme Lake es un muchacho canadiense que arrastra una mochila existencial bastante pesada: su madre es un desastre y vive en un clima de asfixia que lleva a prejuzgar cómo es posible tomar decisiones libremente. Y la noción de libertad es la que quise tomar como clave de interpretación para leer esta película. 
Son más o menos conocidas las etapas por las que atraviesa una persona cuando se inmiscuye en una relación amorosa: enamoramiento, decepción y aceptación de las diferencias. En el recorrido fragmentado de la vida de Lake que muestra la película vemos casi todas las etapas comprimidas en un tiempo escaso. Por eso este filme es, ni más ni menos, que uno de amor. Pero de los amores enrevesados, románticos ni idealizados (por la sociedad, por la cultura), sino un amor real, con buenas y malas, y hasta cruel en un punto. 
Lake va en deriva por la vida junto con su novia adolescente Desirée (una metáfora del deseo, otra clave muy importante para analizar la película), una chica culta obsesionada con la revolución y con la manía de clasificar los hechos, cosas, personas, etc. por si "entran o no entran en su lista", la contrapartida de Lake "el santo". Trabajando como guardavidas en una pileta climatizada Lake atraviesa una situación cruelmente terrible y vergonzante: ante el ahogo de un anciano, el joven inicia los movimientos de resucitación boca a boca y tiene una erección (intuyo que, además, eyacula) frente a la mirada de otras personas. Este hecho, más que hundir en la desilusión y la confusión a su protagonista, es un punto de inflexión para el despertar de un(os) deseo (s) distinto (s): Lake se siente atraído por los ancianos. Por eso no duda un segundo cuando su madre le ofrece trabajar en un geriátrico. Allí conocerá al señor Peabody y asistiremos a las mencionadas etapas por las que atravesamos cuando nos enamoramos, con un viaje corto pero alucinante. Pero, volviendo a la clave que elegido para mirar el filme: ¿es realmente libre Lake de enamorarse del señor Peabody o de sentirse atraído por los ancianos? ¿O bien hay ciertos condicionamientos que han preconcebido ese camino de "aparente libertad de decisión"? Dejo a lxs lectores de este artículo la posibilidad de responder (se) la pregunta.
El filme es simple (dentro de la tremenda complejidad de la historia), realista (una decisión estética acertada del director) y decididamente escandalosa. Cuando el cuerpo humano se hace visible, más aún cuando esos cuerpos no son los esbeltos y redondeados cuerpos que la cultura de la imagen ofrece, suelen aparecer los escándalos. Celebro, pues, esos escándalos. Como decía John Lennon: "la violencia es obscena, el cuerpo humano no".     

domingo, 12 de julio de 2015

¿Qué es esto? La sexualidad explicada para niños - Cecilia Blanco

Todavía recuerdo esa parte de mi entrada infancia e inicios de pubertad, cuando leí por primera vez aquella edición ilustrada del libro ¿Dé dónde venimos? que mis padres habían comprado para desligarse, calculo, de la respuesta a esa tan compleja y no menos escabrosa pregunta por la sexualidad, el amor y la procreación. Fábulas, leyendas y mitos acerca de los orígenes han inundado los anaqueles familiares así como la oralidad ha ido reificando historias de lo más inverosímiles para tratar de evitar la verdad del asunto. No puedo dejar de reír cada vez que recuerdo que mis nonnos habían comentado a mi padre, casi al pasar, que lo encontraron en un repollo adquirido en un mercado de Italia (y no porque el repollo deba ser italiano para contener hijos, o la cigüeña francesa para encargarlos epistolarmente, sino porque mi papá es italiano de verdad). Y ahora que soy padre de niños pequeños logro comprender las razones por las cuales mis padres -y generalizo por más inadecuado que pueda resultar ese proceso- y todos los padres, la mayor parte de las veces, buscan escapar a las preguntas de los niños, esas dagas punzantes e incómodas, acerca de la sexualidad. Y otra vez mis padres, pero esta vez en su carácter de "nonnos", que ya no se dedican a educar sino a "maleducar" a sus nietos, han adquirido esta maravilla editorial.
En efecto, ¿Qué es esto? La sexualidad explicada para niños, es un gran libro de educación sexual. Dividido en 8 capítulos y adecuadamente ilustrado por Daniel Löwy, lxs niñxs y los no tanto van a toparse con un texto educativo que plantea una sexualidad libre, responsable y respetuosa que marca cierta evolución hacia un descubrimiento que enfatiza la valoración propia y ajena hacia el cuerpo, sus modificaciones, sus impulsos y las transformaciones que van generando el paso de la infancia a la pubertad, de ésta a la adolescencia, y de ésta a la adultez. Entonces, se explican didácticamente la genitalidad, los cambios hormonales, las relaciones sexuales, el embarazo y el parto.
Hasta aquí nada demasiado diferente a lo que mi memoria me indicaba acerca del libro que yo tuve oportunidad de leer y releer en mi condición de púber. Lo que me resultó un hallazgo, que celebro desde donde se mire, son los capítulos destinados a los métodos anticonceptivos, la diversidad sexual y las conductas morales respecto de nuestro cuerpo y el de los demás. Y es que, en este sentido, este libro es diferente a aquel de mi infancia. Porque es un libro que plantea temáticas que siguen siendo tabúes y que apunta a una liberación y apertura de criterios absolutamente necesarios en nuestra sociedad, aún obtusa en un montón de aspectos. Porque, lamentablemente y pese a la legislación vigente, la educación sexual integral sigue siendo un hueco, un vacío en el sistema educativo argentino y en los distintos núcleos familiares. Qué mejor opción, entonces, para abordar estos incómodos planteos infantiles, que hacerlo a través de un libro didácticamente impecable y respetuosamente dirigido a abrir un espacio de descubrimiento a través de las preguntas, el diálogo, la curiosidad y la responsabilidad.
Por más que quienes fuimos aquellos niños curiosos, seamos hoy los padres que debemos enfrentarnos a los avatares de las preguntas de nuestrxs hijos e hijas. 
Mientras tanto, se los seguiré leyendo....     

jueves, 28 de mayo de 2015

Cerveza Paderborner

Cerveza Paderborner
Hace mucho que no reseñaba en el blog. Volvemos al ruedo con una cerveza alemana elaborada de acuerdo con la Ley de la Pureza de 1516, es decir hecha con agua, malta, lúpulo y levadura. Nada más y nada menos. Esta cerveza pilsener tiene 4,8 % de volumen de alcohol y posee un color dorado brillante, con espuma blanca bastante persistente y cremosa. De ahí arrancamos muy bien. 
Presenta aroma un floral lúpulo, probablemente  o Saaz, también hay notas de pera y fruta cítrica, con un dejo a banana. Un aroma muy agradable y fresco.
Gusto una malta con un equilibrio muy bien logrado con el amargor del lúpulo. El retrogusto es amargo y seco, dejando el paladar con esa sensación de ganas de seguir bebiendo.
Una excelente cerveza, debo afirmar, a pesar de que yo no sea muy amante ni amigo de la cerveza en lata. Podría maridar muy bien con un plato de pastas, por ejemplo sorrentinos rellenos de lomo de cerdo ahumado y salsa de roquefort o a los 4 quesos.
Web de la cerveza: www.paderborner-braverei.de
Hasta la Próxima Reseña ...

miércoles, 18 de marzo de 2015

Tomboy - Dir. Cèline Sciamma

Tomboy
Título original: Tomboy
Año: 2011
País: Francia
Directora: Cèline Sciamma
Guion: Cèline Sciamma
Fotografía: Crystel Fournier
Género: Drama
Reparto: Zoé Héran, Malonn Lévana, Jeanne Disson, Sophie Cattani, Mathieu Demy, Cheyenne Lainé.

Son pocas las veces que un cine tan "sencillo" (desde lo visual, desde la producción, desde el guion) ha tenido un efecto tan drástico a la conciencia del espectador. Y es que un tema tan tabú como la infancia sigue causando cierto escozor a los ojos de algunas morales retrógradas. Más aún cuando, desde la infancia, se postule la problemática de género y se abra la posibilidad de pensar en la transexualidad. Este es el panorama que nos pinta el filme Tomboy, dirigido por Cèline Sciamma.
La película relata la mudanza de Laure, una niña de 10 años, y su familia, de buen pasar por cierto, a un barrio en las afueras de París y los acontecimientos transcurren durante el verano casi completo hasta el inicio del año escolar. Aprovechando su aspecto, su vestimenta, su corte de cabello, Laure se hace pasar, entre los niños del barrio, por Michael. Así, irá incorporando y asimilando actitudes, gestos, movimientos "varoniles" al punto tal de convencer (en realidad nunca nadie puso en duda) al resto de su identidad. Incluso Lisa, una de las niñas del grupo (más madura que los varones de su misma edad como no podía ser de otra manera), genera entre ambas sus primeros despertares sexuales. La directora no ofrece conclusiones definitivas ni cerradas sobre la identidad sexual de Laure/Michael, pero sí abre perspectivas para pensar sobre sus deseos y necesidades de convertirse en un varón. Laure tiene, con sus apenas 10 años, tan claro que su genitalidad es femenina como que su género es masculino. Aún así, los puntos altos de conflicto aparecen cuando su madre se entera de la decisión de su hija. La ingenuidad y la naturalidad de Jeanne (su hermana menor) y la honesta tolerancia del padre, contrastan con los prejuicios y pudores de una madre que no acepta más que las convenciones sociales estereotipadas de la burguesía francesa.
Esas tensiones adyacentes a la trama nos llevan a pensar cuán lejos estamos -aún viviendo en sociedades modernas, tolerantes, laicas y democráticas- de aceptar al otro en su desnudez, en sus decisiones, en su humanidad. Peor aún cuando el otro demonizado,como en este caso, es alguien que está atravesando ese camino lleno de dudas e interrogantes como es el paso de la niñez a la pubertad. Gran tarea actoral y de dirección de esta magistral, ineludible y profunda (más allá de su "simpleza") obra cinematográfica. El cine -como la filosofía-, muchas veces, abre perspectivas para pensar de otro modo posible. Éste es un excelente caso que ilustra lo que digo.     

domingo, 8 de marzo de 2015

El hombre duplicado - José Saramago

El hombre duplicado
Vuelvo al ruedo con las reseñas de mi blog después de un "parate" de dos meses. En este caso, hace unos cuantos meses había reseñado la película del mismo nombre (traducido, porque el original del filme era Enemy) dirigida por Denis Villeneuve y basada, obviamente, en la novela de Saramago que ahora nos ocupa. La novela fue publicada en el año 2002 y relata cómo un profesor de Historia del secundario, Tertuliano Máximo Alfonso, descubre que un actor secundario, de poca monta, es su calco, una imitación cuasi perfecta suya. A partir del exhaustivo descubrimiento de su "doble", Tertuliano finalmente dará con Antonio Claro (Daniel Santa Clara su nombre artístico) y corroborará que, salvo sus nombres, son exactamente idénticos. Entonces se abre la perspectiva para que los personajes, sobre todo Tertuliano, se pregunten por su identidad, por aquello que define sus respectivos "yoes", sus rasgos identitatarios particulares y aquello que los haga únicos e irrepetibles. Pero pareciera ser que no hay nada que distinga a Tertuliano y a Antonio. Y entonces la exasperación arrebata la tranquila y apaciguada vida del personaje. ¿Cuánto podría soportar nuestra conciencia que uno tiene un doble por allí entre tantas personas que tienen su identidad particular y diferenciada? ¿Qué es, en definitiva, lo que nos distingue de otros? ¿Cuál es, entonces, el sentido de nuestra vida si no somos aquellos que creímos ser toda la vida? 
El autor aborda estas cuestiones filosóficas no precisamente desde las herramientas metodológicas-teóricas de la filosofía sino desde la literatura, apelando a un sinnúmero de recursos literarios que se van complejizando a medida que la trama avanza. De este modo, Saramago hace al lector cómplice de los avatares de Tertuliano, de su sentido común, de su razón, de su consciencia, a la vez que el escritor escribe en clave de omnipresencia del relato, marcando la distancia entre él y sus personajes, pero inmiscuyéndose con ellos. 
La sorpresiva finalización del relato y de la historia marcarán una diferencia -notable- con el filme homónimo. Como todo el mundo habrá de sospechar, siempre es mejor el texto escrito que la obra cinematográfica.
Hasta la próxima...