lunes, 17 de junio de 2013

Mentiras - Dir. Jang Sun-Woo

Mentiras
Dirección y guion: Jang Sun-Woo    
Basado en la novela “Tell me a lie” de Jang Jung Il    
País de origen: Corea del Sur    
Año: 1999
Duración: 115minutos    
Idioma: coreano
Reparto: Lee Sang Hyun (J), Kim Tae Yeon (Y), Jeon Hye Jin (Woori), Hyun Joo (Choi), G (mujer de J).     

¿Cuál es el límite soportable en la adquisición del placer aún a instancias de recibir dolor? ¿Qué pasa con la tesis hedonista que defiende la búsqueda del placer y la ausencia del dolor cuando este último es, justamente, el que produce mayores niveles de placer? ¿Puede el amor verdadero conducirse por los vertiginosos límites de lo prohibido, lo tabú? ¿O inexorablemente tiende al fracaso? Interrogantes que, a mi criterio, dan razón de ser a esta provocadora película del director coreano Jang Sun-Woo.

Los personajes principales sólo representan letras. Y es una estudiante secundaria que pretende perder su virginidad antes de graduarse y antes de ser violada (como les ocurrió a sus hermanas). J es un escultor adulto, famoso y casado que conoce a Woori, mejor amiga de Y, con quien comienza un leve flirteo que deriva en el abandono de la joven por la imposibilidad de llevar a cabo los deseos del escultor. Digamos que ante la histeriqueada de Woori, J seduce a Y, a quien cumple del deseo de desflorarla. Este es el inicio de una relación de amantes que se atraen, que se complementan -primero tímidamente, luego de un modo desaforado- a través del dolor, de una experiencia sexual marcada por el sadomasoquismo, por la variación de los roles dominador-dominada, por el uso de cualesquiera instrumentos que coadyuven a la satisfacción, a la búsqueda de placeres intensos, pero a través del dolor. Pero detrás de esta relación hay muchas cosas: hay una sociedad violenta y un machismo insoportable, hay leyes sociales que restringen la libertad, hay caos y confusión, hay mentiras que van desbaratando el árbol de la vida, hay obsesión y deseos intensos, hay censura. Cuando Y le cuenta a Woori los pormenores de su relación con J, aquella la ataca salvajemente en un acto de ira y celos. Secuencia, tal vez, más brutal que cualquiera de las secuencias que muestran el sexo duro de los amantes en el que una vara de madera, un tubo, una soga, una rama o un látigo son herramientas para la consecución del placer. La pasión, la fuerza bruta, la energía libidinal y el desequilibrio marcarán el rumbo de esta intensa relación de amor. Prohibida. Transgresora. Extraordinaria. Todo: la relación y la película. Imperdible desde mi punto de vista.      

miércoles, 5 de junio de 2013

Parker 51 - Samuel Schkolnik

Parker 51
El presente libro fue escrito por Samuel Schkolnik en 2009, un año antes de morir, y compila una serie de relatos de ficción y ensayo con enorme tinte filosófico y bellas pinceladas literarias. Muchos de estos ensayos Schkolnik los había publicado en el suplemento literario del Diario La Gaceta. Además del estilo ensayístico, aunque alejado de academicismos, el eje que une a cada uno de estos relatos es la pluma con la que el autor los escribió que da nombre al título de la obra. Ya desde el comienzo se percibe el aire de modestia y humildad de este noble escritor. Quienes tuvimos la suerte de ser sus alumnos en la Facultad de Filosofía y Letras sabemos que Schkolnik escribe básicamente como habla y como piensa. En muchos de los relatos de esta publicación, sopesa y enaltece la paciencia necesaria para pensar y reflexionar acerca de los avatares de la realidad. Y en los pasillos de nuestra facultad, en el bar sentado con un café o en los mismos intersticios de las aulas en las que daba clase, se respiraba -cerca suyo- un aire de serenidad propio de aquel que está calculando exactamente qué paso dar, qué palabra expulsar de su boca, a qué pensamiento conferirle realidad. El profesor Schkolnik fue un filósofo con todas las letras, con una creatividad y una originalidad admirables. Los relatos de este libro así lo demuestran. Quien lo conoció, no podrá parar de reírse con el relato "Tiempo recuperado" en el que nuestro autor cuenta el alboroto que armó cuando tuvo la dicha de poseer cinco figuritas del prócer San Martín para completar un álbum cuya inalcanzable estampa era, justamente, la del padre de la Patria; no podrá dejar de admirar la originalidad del relato "No escriba" en el que, mediante un eficiente cálculo matemático, nos advierte que si todos escribiéramos las probabilidades de que seamos leídos serian nimias y, por ello, se escribiría más para el olvido que para la memoria; no podrá dejar de asentir o disentir respecto de su postura en "Acerca de los intelectuales"; no podrá dejar de sazonar su vida junto con amigos y buen vino luego de leer "De la amistad". En fin, usando palabras del propio autor, este libro deja entrever que "lo que buscamos es la sintonía de lo esencial". El humor, la filosofía, la critica, la meditación profunda, la ironía y la sagacidad inundan las páginas de esta obra fantástica. Todos y cada uno de los relatos son inagotables fuentes de estos elementos y más. Valga esta breve reseña como un diminuto homenaje a Lito Schkolnik, sólo desde mi sencilla condición de alumno. Nada más que eso.